.- A Paréntesis se le había olvidado la historia. La suya y la de los suyos.
.- Paréntesis no sabía nada de historia. O tal vez se le había olvidado. Como si la memoria se le hubiera hundido en un profundo resuello, o de un largo bostezo, así perdió toda noción del tiempo y de su propia existencia. Desde entonces ya no hubo fechas, ni días, ni años; sólo una secuencia vaga, mal alimentada de flaquezas. Y cuando recobraba el aliento, Paréntesis sólo pensaba en el mañana:
Cuento breve tomado del libro Los Cuadernos de Juan Rulfo, presentación de Clara Aparicio de Rulfo, Ediciones Era, 1994.
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