Soy morboso. Me encanta que la gente platique sus intimidades delante de mí. Aunque no soy adicto, me interesa saber lo que alguien hace para conseguir droga, y lo que realiza mientras está suspendido en ella. O que alguien me cuente historias familiares de parientes que no conoceré jamás. O escuchar conversaciones que finjo no oir siquiera, y que están más interesantes que cualquier libro. Por otro lado, no me gusta darle mucho espacio a los entrometidos. Platico puras mentiras. Y entre más grandes, mejor.
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