sábado, 16 de abril de 2011

Falsario

Los auténticos poetas son también grandes matemáticos. El álgebra de colocar el punto para cerrar ideas; o el punto y coma para descubrir vertientes ocultas como si se tratara de un río. O el cálculo en las comas, para que el fraseo no pierda fuerza. Amén de los versos, que tienen que tener la fuerza que  la ingeniería le da a los edificios. La aritmética es a la poesía lo mismo que la química a la gastronomía. En conclusión: la poesía no es improvisación. La improvisación es para los pendejos.

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